Dios derriba y rompe nuestras
fortalezas para que aprendamos a no depender de ellas, sino únicamente de él...
Lo hace para que no nos
jactemos de nuestras capacidades en medio de los triunfos que logramos...
No nos olvidemos de nuestra
vulnerabilidad, pero también es necesario que seamos responsables y diligentes
en todo lo que llevemos a cabo.
Ante el reto que tienes ahora por delante, recuerda que aunque sepas
como proceder y todo te resulte fácil, tú dependes de Dios...
Si él no está de por medio
y no le das los meritos que se merece, entonces fracasarás aunque todo lo
tengas a tu favor.
De nada te servirá tu
experiencia y los recursos que posees...
Dios da lecciones de
humildad a aquellos que piensan que son totalmente autosuficientes...
Siempre vas a necesitar de
Dios...
Por eso:
Cuando crezcas...
Cuando te hagas fuerte...
Cuando des muchos frutos...
Cuando recibas la
admiración de los demás...
Cuando seas de renombre...
Cuando eso suceda, mantén los pies sobre la tierra, jamás te exaltes o
vanaglories. Mantente siempre humilde...
Mucho cuidado...
Dios desecha a los
soberbios.
No sea que Dios te
recuerde, quien eres en realidad, poniéndote en una posición que no te haga
olvidar tu condición de criatura...
Veamos algunas referencias
bíblicas que nos lo recuerdan:
Mas la persona que hiciere algo
con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa
persona será cortada de en medio de su pueblo.
Números 15:30.
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.
Proverbios 8:13
Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes
de la caída la altivez de espíritu.
Proverbios 16:18
La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será
exaltado en aquel día.
Isaías 2:11
Tiempo y espacio faltaría
para seguir escribiendo referencias bíblicas que respaldan lo que escribo, pero
con las anteriores más que suficiente.
¡Qué cara se paga la vanagloria!
¡Cómo duele la soberbia!
Claro que sí...
Muchos pensaron que jamás
pagarían el precio de su soberbia, pero con el tiempo comprobaron lo contrario.
¡Qué grandes lecciones de
humildad nos da el Señor!
Aprendamos de ellas...
¿Por qué no entenderlo
antes que sea demasiado tarde?
Si has llegado hasta donde estás, es porque así lo ha querido Dios.
No ha sido por tu decisión,
méritos o capacidades...
Eso bien lo sabes...
Jamás te atribuyas los
méritos...
La gloria es única y
exclusivamente para Dios...
No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria...
Salmo 115:1
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